Un problema común en la terapia de pareja es que una persona asume que su pareja necesita demasiado mientras la otra se siente insegura en la relación. Permítanme presentarles a Breanna y Raymond, una pareja así.
Breanna y Raymond acudieron a terapia porque Breanna estaba deprimida. Ella no veía ninguna esperanza para el futuro del matrimonio porque Raymond siempre estaba trabajando o jugando al golf. Durante la primera sesión, ella describió lo que precipitó su llamada a la cita. Se había quedado accidentalmente fuera de casa y llamó a Raymond al trabajo, con la esperanza de que llegara a casa y la dejara entrar. Raymond le dijo que tenía que asistir a una reunión importante. Con voz bastante irritada, le aconsejó que llamara a un cerrajero. Breanna se sintió traicionada por la negativa de Raymond a ayudarla y aturdida al saber lo bajo que estaba ella en su lista de prioridades.
Al hablar de este incidente en la sesión de terapia, Breanna se centró en cómo Raymond no había expresado ninguna comprensión o empatía por cómo se sentía ese día. Podía entender que no era práctico que él corriera a rescatarla, pero ¿no podía al menos ofrecerle algo de apoyo moral? Raymond, por su parte, veía esta situación como un ejemplo de que ella dependía demasiado de él. A medida que avanzaba la sesión, enumeró otras pruebas de la «excesiva dependencia» de Breanna: todos los sábados por la mañana, mientras él se preparaba para jugar al golf, ella le preguntaba si podían hacer algo juntos más tarde, tal vez salir a cenar. Raymond describió entonces lo controlado que se sentía por la «dependencia» de su mujer. Le parecía que ella intentaba obligarle a renunciar a su único día de relax. Si ella tuviera más amigos o actividades que la mantuvieran ocupada, razonó, no tendría que sentirse culpable por querer pasar un tiempo a solas.
La interpretación de Raymond sorprendió a Breanna. Me volvería loca si estuviera en casa todo el sábado. De ninguna manera le pediría que dejara el golf». Me enteré de que Breanna tenía muchos amigos y actividades para llenar su tiempo. Participaba en la dirección de una organización benéfica y estaba pensando en montar su propio negocio. El horario de Breanna no era el problema.
Aunque la situación que presentaba esta pareja era más complicada de lo que puedo condensar en una entrada de blog, este es el punto principal: el deseo de Breanna de pasar algo de tiempo con Raymond no era un signo de necesidad o dependencia, aunque Raymond había llegado a interpretarlo así; Breanna simplemente disfrutaba de la compañía de su marido. En lugar de tomárselo como un cumplido, Raymond se dijo a sí mismo que si no se mantenía en guardia, se vería engullido por las necesidades de su mujer. En efecto, filtró y quizás distorsionó muchas de las peticiones de Breanna a través de su creencia de que ella era dependiente y necesitada.
En las sesiones que siguieron, ayudé a Raymond a reconocer las formas en las que contribuía al problema: cuanto más evitaba comprometerse a pasar tiempo juntos, más le perseguía y presionaba ella. Cuando finalmente hizo de pasar tiempo con Breanna una prioridad, Raymond disfrutó más de su tiempo a solas. Se sentía menos culpable y su vida estaba más equilibrada. Del mismo modo, también disfrutó más de su tiempo con Breanna, porque lo sintió como una elección, en lugar de una obligación.
¿Qué puedes aprender de esto?
1. No hagas suposiciones sobre las motivaciones o comportamientos de tu pareja. Podrías estar muy equivocado.
2. Dedica tiempo a hablar de cualquier problema que surja, y no dejes que se convierta en un problema mayor.
3. Las parejas sanas disfrutan del tiempo que pasan juntas, así como de las actividades individuales y del tiempo a solas.
4. Recuerda que un poco de comunicación y afecto puede llegar muy lejos. En el ejemplo anterior, Breanna no estaba realmente pidiendo mucho. Sólo quería saber que Raymond se preocupaba por ella.
5. Si se encuentran en un patrón de falta de comunicación durante muchos meses, consideren buscar terapia de pareja. Así es como puede funcionar para ti.
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