El BPT (a veces llamado entrenamiento para el manejo de los padres o terapia conductual) es un enfoque de tratamiento basado en la evidencia para los niños que tienen comportamientos significativamente disruptivos, no obedientes y/o agresivos. El BPT es el único tratamiento considerado «bien establecido» y se recomienda como primera línea de tratamiento para estas situaciones debido a sus altos niveles de eficacia. El BPT pretende ayudar a los padres a modificar sus propios comportamientos para evocar cambios conductuales en sus hijos. Según la Asociación de Terapias Conductuales y Cognitivas (ABCT), «el entrenamiento de los padres representa un enfoque terapéutico en el que se enseña a los padres a aumentar el comportamiento deseable de los niños, a reducir el mal comportamiento de los niños, a mejorar las interacciones entre padres e hijos y a conseguir un ambiente familiar positivo».
A menudo nos preguntan por qué los padres están muy involucrados en el tratamiento de estos problemas de presentación. Es muy poco común que los niños que se portan mal asistan a su propia sesión de terapia, entiendan y recuerden las sugerencias de comportamientos más prosociales y adaptativos, y luego mantengan la motivación para utilizar estas estrategias cuando sientan emociones negativas intensas fuera del entorno del consultorio. Dado que los niños no suelen tener su propia motivación interna para realizar cambios de comportamiento positivos y duraderos, los padres son una parte necesaria del tratamiento para motivar a sus hijos a tomar mejores decisiones de comportamiento. Otras formas de terapia que sólo requieren la presencia del niño tienen mucho menos apoyo científico y suelen ser mucho menos efectivas.
La TPB es altamente efectiva para las siguientes preocupaciones: